La tercera dosis de la vacuna del COVID-19 no solamente es una realidad inminente de acuerdo a los estudios recientes que se han llevado a cabo como en el caso de Moderna, quien anunció este miércoles que los datos de su estudio arrojaron evidencia de la disminución de anticuerpos después de 6 meses de la segunda dosis. La buena noticia es que una tercera dosis parece aumentar significativamente los títulos de anticuerpos y llegaban a ser más altos que durante la primera vacuna, lo cual significaría que la tercera dosis podría brindar una mayor protección ante futuras variantes.
La cuarta vacuna del COVID, quinta e infinita cantidad de dosis también son previsibles según lo que sabemos hasta el momento. La última pandemia se dio en 1918 con el virus de la Influenza y 102 años después seguimos vacunándonos cada año para prevenir contagiarnos. La Influenza aún mata en masas y a pesar de la vacunación anual se estima que 646,000 personas alrededor del mundo cada año mueren a causa de esta enfermedad.
El Coronavirus es 2 veces más contagioso y mortal que la Influenza, y la variante Delta del Coronavirus es 4 veces más contagiosa y mortal que la del Coronavirus original al que nos enfrentábamos a inicios de la pandemia.
Los virus están hechos de material genético que se puede recombinar al adquirir la información del huésped, luego saltar con esta información hacia otros huéspedes y robar la información de estos creando una base de datos amplia de resistencias inmunitarias. A este proceso se le conoce como mutación viral y aunque en algunos virus esto ayuda a disminuir la intensidad, al Coronavirus parece servirle sólo para intesificarse y hacerse cada vez más contagioso, resistente a las vacunas y mortal para el humano. Lo anterior nos indica que debemos no solo aplicarnos la tercera dosis, si no que también todas las dosis que sean necesarias hasta que podamos contenerlo en un porcentaje lo suficientemente alto como para dejar de utilizar mascarillas.
Además de esto, las vacunas deben mejorar y se debe crear una nueva vacuna que incluya inmunidad para las nuevas cepas. Cuando eso suceda, el virus ya habrá mutado y creado nuevas cepas con resistencias aún mayores a las vacunas y entraremos en el mismo ciclo de la Influenza. El virus siempre estará un paso más adelante que nosotros porque tiene la ventaja de estar en todos lados, por eso no podemos quedarnos atrás y debemos tomar con responsabilidad cada paso de este proceso hasta que volvamos a la normalidad, y aplicarnos cada dosis que sea posible en un intervalo de 6 meses o hasta que salgan vacunas actualizadas y que brinden una mayor ventana de inmunidad, de al menos, un año.
Posteriorme iremos evolucionando estas vacunas hasta que logremos obtener una inmunidad vitalicia como es el caso de la vacuna por Polio y Sarampión, sin embargo, esas vacunas ya cuentan con décadas de desarrollo y la del Coronavirus recién la venimos creando por lo que la humanidad tendrá que tener un poco de paciencia. Por los momentos se pedirá la tercera dosis a aquellos pacientes inmunosupresos y aquellos mayores de 65 años y menores de 12 años. Esperemos que pronto se omitan las restricciones de estado inmunológico y edad para que todos podamos tener acceso a la tercera dosis.
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