Louis Pasteur mejoró la calidad de vida al hacer posible que productos alimenticios básicos, como la leche, se pudieran transportar largas distancias sin ser afectados por la descomposición. En la pasteurización, el objetivo primordial no es la «eliminación completa de los agentes patógenos (oganismos que causan enfermedad)» de la leche cruda, sino la disminución de estos organismos, reduciéndolas a niveles que no causen intoxicaciones alimentarias a los humanos (siempre que el producto pasteurizado se mantenga refrigerado correctamente y que se consuma antes de la fecha de caducidad indicada).
Aún con todo el avance que la humanidad ha logrado en cuanto a la pasteurización, existen personas que no conocen el proceso o que eligen el consumo de leche y sus derivados en su forma cruda, desconociendo los peligros que esto conllevo. Algunas razones por la cual prefieren continuar con estas prácticas alimenticias es porque creen que ofrecen más nutrientes, causan menos alergias y promueven la salud.
Sin embargo, se ha demostrado que la leche no pasteurizada tiene más probabilidades que la leche pasteurizada de causar enfermedades transmitidas por los alimentos que pueden llevar a la hospitalización.
Pasteurizar la leche, calentarla a 161 grados durante solo 20 segundos, mata todas y cada una de las bacterias. Han pasado más de 120 años desde que Louis Pasteur ideó este proceso a prueba de fallas para matar las bacterias que puede albergar la leche cruda, incluidas Salmonella, E. coli y Listeria, Tuberculosis
Fig. 1: Louis Pasteur. El inventor de la pasteurización es el científico químico francés Louis Pasteur el 20 de abril del año 1864. Junto a Claude Bernard, ideó un proceso térmico aplicable a los líquidos para reducir o eliminar la presencia de microorganismos patógenos
La mayoría de las personas sanas se recuperan rápidamente de los vómitos, la diarrea, el dolor abdominal y los síntomas similares a los de la gripe que causan estas bacterias. Pero las personas mayores, los niños, las mujeres embarazadas y las personas con un sistema inmunológico débil pueden enfermarse gravemente rápidamente. Los síntomas pueden volverse crónicos, graves e incluso potencialmente mortales.
Busque atención médica de inmediato si se enferma después de consumir un producto de leche cruda, especialmente si está embarazada. La listeria puede provocar un aborto espontáneo y la muerte del feto o del recién nacido. La mayoría de la leche y los productos lácteos hondureños que se comercializan contienen leche o crema pasteurizada o se procesaron de una manera que destruye las bacterias. Pero aún puede encontrar productos elaborados con leche cruda, que incluyen:
Leche y nata.
Quesos blandos (queso fresco, quesillo, queso crema, etc.).
Yogur.
Pudín.
Helados y yogurt helado.
Por lo tanto, tómese un minuto para leer la etiqueta de un producto para asegurarse de ver la palabra "pasteurizado". Si no está allí, el producto puede contener leche cruda. Tenga especial cuidado con los productos lácteos que se venden en los puestos agrícolas o en los mercados de agricultores. No los compre a menos que pueda confirmar que han sido pasteurizados.
Hechos para recordar Persisten los mitos sobre la pasteurización y la leche cruda. Aquí están los hechos:
La pasteurización no reduce los nutrientes de la leche. “El valor nutricional es el mismo para toda la leche en general, excepto que la leche pasteurizada no conlleva el riesgo de bacterias”, señala Rossi.
Tanto la leche cruda como la pasteurizada contienen proteínas que desencadenan reacciones alérgicas o intolerancia a la lactosa en personas sensibles.
La pasteurización no hace que sea seguro dejar la leche sin refrigerar (especialmente cuando está abierta) durante largos períodos de tiempo.
La pasteurización hace a salvar vidas.
La leche es un alimento básico de la familia por una buena razón. El calcio que contiene ayuda a desarrollar huesos y dientes fuertes mientras mantiene el corazón latiendo, la coagulación de la sangre y los músculos y nervios funcionando. La proteína que proporciona ayuda a fortalecer los músculos y previene su degradación.
Nuestro suministro de alimentos se encuentra entre los más seguros del mundo, pero no siempre está exento de riesgos. Las enfermedades transmitidas por los alimentos se pueden prevenir con una manipulación y un procesamiento adecuados, incluida la pasteurización, que minimiza los riesgos al tiempo que conserva los nutrientes vitales.
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